Esto ocurre cuando el bebé empieza a desarrollar nuevas habilidades y su cerebro está en constante actividad, lo que les puede hacer despertar más durante la noche o tener dificultades para conciliar el sueño.
Al igual que con la ansiedad de separación, esta resistencia repentina a las siestas puede venir del deseo de no quererse perder nada. También puede ser el resultado de su autoconciencia e independencia: se está volviendo más consciente de lo que quiere, ¡y en ese momento no quiere dormir!
Hola Marilin, dejar la lactancia no tiene porque reducir los despertares, pero es verdad que un sueño interrumpido es menos reparador! te podemos ayudar si quieres a saber gestionar esos despertares para que se reduzcan!!
Observar a tu bebé te ayudará a entender si su falta de sueño es porque algo físico le molesta o simplemente es parte de su desarrollo.
En cuanto al desarrollo de nuevas habilidades motoras, como el gateo, ponerse de pie o caminar, es recomendable practicar mucho durante el día, para que no sientan esa necesidad imperiosa de hacerlo durante la noche.
Cambios en el apetito, que pueden manifestarse como una disminución o un aumento en la ingesta de alimentos.
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Lo más frecuente de esta regresión es que aumentan los despertares nocturnos hasta que aprenda a enlazar las distintas fases. Además es probable que tu bebé necesite más ayuda para volverse a dormir.
Los bebés suelen tener alrededor de 6 regresiones de sueño durante su infancia y la que ocurre a los 4 meses es una de las más significativas.
Una regresión del sueño es el término que muchos consultores de sueño usan para describir lo regresiones del sueño que sucede cuando un bebé que ha dormido durante la noche o ha caído en un patrón de siesta normal, comienza a resistir el sueño o a despertarse en medio de la noche. Esto puede durar varios días o incluso semanas.
La alteración de estos ritmos puede derivar en insomnio. Las causas incluyen el desfase horario por viajar a diferentes zonas horarias, los trabajos en un turno de noche o de madrugada, o los cambios frecuentes de turno.
Esto les lleva en muchas ocasiones a aumentar los despertares nocturnos y a necesitar sentir que su madre está al lado. Además, esta crisis puede coincidir con la salida de los dientes.
Debemos tener en mente que es algo temporal, y sobretodo ser consistentes en la manera en la que afrontamos los despertares para crear una certidumbre en el niño.
Es importante limitar la exposición del bebé a la tecnología y otras distracciones antes de dormir. La luz azul de las pantallas de los dispositivos electrónicos puede interferir en el ritmo circadiano del bebé y hacer que le cueste conciliar el sueño.